viernes, 10 de febrero de 2012

El Canto de los Ángeles. Una Reflexión sobre la música.


Everything But The Girl - Walking Wounded (front)La música es eso, Una musa inspiradora, un toque de magia, el sonido hipnótico  con el encanto de una cascabel, compases rítmicos que embotan los sentidos de belleza, de tranquilidad, de adormecimiento.

Y este grupo no es para menos. Everything But The Girl y su placa Walking Wounded es una maravilla exquisita de sintetizadores y programaciones que endulza cualquier oído, cualquier momento, como el de ahora, como el de en este preciso momento, donde mientras suena lo que en su tiempo fue un exitazo en sesiones de house o deep house (hoy casi esta descansando implacable en el silencioso recuerdo de los nostálgicos de la buena música) malcrío y me someto a los caprichos de mi única hija que fiel a mis instintos y gusto, disfruta a la par, estos sonidos de pop elegante y sensual que fue bien recibido en su época mas alta.

No importa las diferencias generacionales, ni las edades, ni los momentos o si esta de moda o no actualmente, sino de un simple y básico concepto que marca la convivencia y el ser padre, compartir.

Compartir los pequeños caprichos, o bueno, diciéndolo de otra manera, los pedidos de nuestros hijos suelen hacernos y que por considerarlos una pequeñez o una tontera para esquivar un compromiso, uno deja de lado perderse unos minutos de la nada, esa nada adulta que nos emboba, que nos enlentece, que nos dispersa a nosotros, lo padres y que en un par de minutos podemos hacer realidad y llegar al corazón de nuestros niños.

Diseñar 100 etiquetas de 30 mm x 5 mm de diversos colores con el nombre para colocarlas en sus lápices escolares, cartuchera, goma de borrar y cuanto articulo escolar tenga en mano. Imprimirlos, realizar 210 cortes con tijera para separar cada una, es ahora, en este momento, parte de la buena música de la vida familiar. Claro, uno podrá decir, “Che, viejo… Estamos al diez de febrero… ¿y vos hablando de útiles escolares?… ¿Que te fumaste?… No te veo muy bien que digamos” y otras cosas mas típicas de la gente que se asombra hasta que les pasa.

Y es que el tiempo se escurre de las manos como los granos de arena cuando uno esta en la playa, no se detiene, se filtra, se va y de la nada estas ahí al limite.

La felicidad de un hijo no tiene forma, no tiene definición, tampoco tiene cuerpo ni se puede describir. Es un fantasma de imagen no visible que a veces esquiva nuestro propio entendimiento, dejándonos expuesto al desencanto, al error de concepto o a la verdadera compresión de ese ser que cada día nos enseña mas de este mundo, de esta vida, de este momento.

Y ahí esta ahora ella, etiquetando sus nuevos 24 lápices de colores Maped y sus 12 Temperas Model, disfrutando el arcoíris de papelitos y cintex mientras suena el movedizo “Flipside” resonando los ecos de la voz de Tracey en las paredes del departamento.

La música es eso. Como lo estampara William Bouguereau en unas de sus obras mas reconocidas y cuyo nombre la llega a definir en su mas pura esencia, “Un Canto de los Ángeles”.