Las nuevas generaciones amantes de las novelas policiales han redescubierto la verdadera obra de arte de este maestro desaparecido, por así decirlo, del medio artístico desde hace varios meses. Los críticos, escritores y estudiante de Filosofía y Letras han dedicado sustancialmente tapas enteras de pasquines y suplementos con la figura de quien suscribe el presente.
Es que la presentación de mi novela, “El Administrador Serial. La Cara Oculta del Monoblock R”, un Thriller rodeado de suspenso y drama a causado revuelo en el mundo de la lectura. La trama adornada con un vía crucis de escándalos, divorcios, frustrados cobros desleales, juicios ganados y otros perdidos, infidelidades, roscas sentimentales y otros eventos condimentan la obra maestra de la literatura argentina.
Y, sí, sí. Parece que he sido .redescubierto. (risas). Viste cómo es este país, uno puede tener setenta y pico de años de trayectoria y sin embargo, parece que cada tanto desaparece del mapa, y aparecen estos lectores jóvenes, cual si de Alvares Núñez Cabezas de Vacas de la literatura se trataran, y te sacan de una especie de “arcón de los recuerdos”. En fin, cosas de vivir en este paisucho subdesarrollado de mierda lleno de boludos.
El primer paso fue fácil. Tuve que googlear “Como hacer para que te redescubran”, porque eso de andar con deudas con el fisco y la familia, los pagos atrasados y oras yerbas requería de un giro de ciento ochenta. De ciento ochenta mil mangos mas o menos. Necesitaba unos mangos y los resultados fueron, en principio desalentadores porque google sostiene que para lograr tal cometido uno primero debe morir.
No conforme, Trate con un boletín, de esos que reparten en los negocios, tipo gacetillas, donde te dicen de que hay que hablar y de que no, que película es buena y cual no. Bueno, tienen una sección, “Redescubriendo viejos valores” donde redescubren viejos valores, vivos.
Fui a pedir un espacio. Me pareció bastante seria, muy profesional, que esto, que el otro, me pasaron el presupuesto y ahí… Bueno, ahí me preocupé porque no me alcanzaba la plata. Lo que merecían era que si me moría me podía salir la mitad. Entonces les dije “pero miren que yo tengo como cien años”, crepo de un momento a otro, eh.. Y ahí me dijeron “Ah, ahí puede ser” y me hicieron una sustanciosa rebaja. Pero tampoco me alcanzaba así que me metí en crédito con el Banco Provincial de la Cosa Nostra al cual les debo un par de cuotitas. Esta medida fue medio compleja, me clavaron el gato en la puerta. Se encargaron de mi mucama indonesa. y hasta mandaron un sicario a hacerme tragar un vaso con agua pesada extraída de la bodega atómica de la central Embalse, pero le salió mal. La gripe “A” termino antes con él.
Fue ahí cuando decidí cambiar de identidad. Como Lana Wachowski, que antes era Larry. Bueno, no tan extremo. Sino mas bizarro. Con arrugas, barba, pelos nasales, papada y los pliegues grasos debajo de la axila porque no tenia para pagar la operación. Tuve que contratar un doble, de mi verdadero yo para que este a la hora de los bifes.
Con unos morlacos, pague la primera cuota del contrato con los de la “Gacetilla”; bueno, y me sobró un poquito, con lo que me compré a esta muchacha (le da unas cariñosas nalgadas a la Cariátides). En fin, a partir de ahí, los boludos que van a Festivales, lo digo con todo cariño porque son los verdaderos responsables del redescubrimiento, empezaron a hablar de mí y a decirse unos a otros: “Vos tenés que leerlo. Es un viejo como de 90 años re groso, que le rompe el culo a todos los escritores de hoy, tiene una obra así de grande, perdida, la mitad de las cosas. Es tan inédita, que nadie la encuentra, solo los exquisitos. Por eso los medios no le dan bola”.
Gracias a esto, ahora disfruto de la buena vida y las mágicas virtudes del Vitel Thoné de excelente calidad, las alcaparras y el jamón crudo. ¡Ah! y del berro gay, creo que se llama rúcula o algo así. También del clericó y algunos festivales de ex-punks. Pero tengo trabajo en serio, tengo que escribir para la semana que viene dos institucionales para Unilever y una campaña en favor del uso de la Burka que me encargaron unos países árabes. Mi presencia ocasional en “boliches y casamientos” lo he abandonado, no rinde el cache, pero fue lindo mientras duro.
Y bueno con respecto a las regalías de la novela, la mayoría se la lleva mi ex gracias a un error fortuito de mi abogado, creo que el redescubrimiento no es eterno y solo dura un suspiro.
Me despido muy vehementemente mientras pienso en este país tan despiadado, que deja olvidados, como despojos de una herencia inmerecida a sus hombres más valiosos. Y también, por supuesto, en qué rincón de mi departamento quedará mejor el dodo embalsamado. Pero sobre todo, pienso en a qué oscuro pasquín le venderé este frustrada biografía.