viernes, 25 de febrero de 2005

El poderoso influjo de la Luna


La noche. Saluda el viento las ramas de los arboles por la tarde mientras el cielo de a poco se enegrece como poseido por Zeus en una camorra de rayos y truenos.
Algun hueco celeste se deja ver como remiendos en la capa de nubes. Siento. Digo. Un tema de fondo sonando en el living de casa, algunos mosquitos molestos del jardin visitan mi pierna en busca de saciar su sed de liquido rojo. Es como por arte de magia que las nubes corren como alocadas perseguidas por alun satiro mitologico que las espantan. Ahi fue cuando la perla redonda de la luna aparecio, llena, de cara al mundo, de cara a la vida.
La suave llovizna, pobre de gotas pero rica en pureza lava mi alma al mismo tiempo que un haz de luz de aquella enigmatica luna se enrieda en mi corazon como despertando a un gigante dormido, sentido, suave y carnal.
Por mi cabeza corre la idea de que es lo que me lleva a mirarla, siento, al mismo tiempo que la gente corre al azar, los autos vuelan sin percatarse del milagro cosmico y que en esa ola divergente de movimientos absurdos, me siento estatico. Un fantasma en forma de sentimiento me cruza el corazon en busca de encontrar en el espejo de aquella luna, otra mirada quieta y distantemente cercana, como buscando un clon, el hermano siames, el hada magica o la Venus de Milo, quizas ese par que de alguna manera complementa este mirar la luna, o mejor dicho sentir la luna. Mi ser, como la marea, se mueve al ritmo magnetico de sus encantos de sirena mistica y picara.
¿Habra entonces alguien alli capaz de sentir ese momento de inaccion, justo en el mismo preciso en que mi cuerpo, su circulacion y su respiracion, cesan, solo para rendir tributo a tal magnificencia?¿Donde?. Espero quizas algun mensaje del alma que cruce el infinito hasta mi.
Quise compartirlo con alguien, pero no habia nadie, entonces me di cuenta de que yo seria ese unico testigo de aquel maravilloso momento.
Una y otra vez. va y viene. Que momento.
La brasa candida del cigarrillo anuncia su reverencia a aquel cielo estrellado mientras de fondo suena "High Hopes" de Pink Floyd.
Cinco minutos detenidos en el tiempo, para sobrevivir el resto de los dias. Una luna, un reloj, la lluvia, el cigarrillo. ¿Que mas puedo pedir? Solo compartir mi sentir con alguien, con ella, perdida, en el frio oscuro hueco de la noche para sentir el calor de la blanca luz.

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