lunes, 19 de septiembre de 2005

Yo abandono, tu abandonas, nosotros abandonamos.


Ella: ¡Hola, Flaquito! ¿como andas que nos tenes abandonadas?
Yo: ¡Bien!.... (?)


Las volteretas de las ocasiones, de los encuentros y las charlas suelen dar esos giros bruscos en las cuales uno queda en off side permanentemente a la vez que la imagen (que no es nada pues la sed es todo) te engaña en un bluf dejandote pintado como un ingrato, un desconsiderado o afin.
Poder elegir lo que uno quiere escuchar, para salud mental propia y quizas ajena, esbozar solo frases telegraficas haciendo mas justa la percepcion y no llenandola de palabras aqui y alla repitiendo los mismos circulos viciosos, pareciera ser un juego en el cual solo uno se divierte o lo disfruta al igual que el solitario del Bill Gates.
Ademas, si consideramos que una relacion, ya sea de amistad o algo mas intimo suele ser de a dos o mas, la reciprocidad no seria nada mezquina si abriera puertas de uno u otro lado. Pero la tirana exigencia femenina suele ser asi, sobre todo cuando a requerimientos se refiere.
Lo positivo de todo esto es que mi propia percepcion me muestra este detalle, haciendome callar, primero para no generar un conflicto o problema, sobre todo cuando estos sin necesidad de ser llamados aparecen en cualquier momento. Y segundo, hago uso de mi omnipotencia humana y las perdono. Quizas, algun dia se den cuenta de la ficcion en sus actos (o quizas no.) Depende de ellas.

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