lunes, 2 de febrero de 2009

¡¡¡ La Universidad de Massaacchussseetttestssssss decubre la otra cara del Sindrome del Pelotero Negado !!!


Seguramente que la mente mas perversa encapsulada en el cuerpecito debilucho de un ser humano con una sufrida infancia lleno de odio a lo que deberia ser, por una cuestion de logica de convivencia y buenas acciones con el projimo, bueno, bello y justo; o simplemente a un dueño de un pelotero carente de total idoneidad en lo que anfitrionismo se refiere, podria habersele ocurrido la contundente idea de crear el cartelito que dice "Altura Maxima 1.50 mts"

Esta regla de regulacion de la conducta en los lugares de sana diversion, instaurado de manera inoportuna y grotesca, es casi la responsable de mas de un 43% de los suicidios de los hombres que rondan entre 23 y 40 años, segun mi libretita de estadisticas de casos serios de "Mortalidad causada por la no superacion del trauma post pelotero". En realidad son estadisticas que redacto en mis ratos libres para meter unos pesos mas al bolsillo, porque ahora las encuestadoras pagan por esto.El enfermo con el sindrome de "Usted no es apto para el ingreso a dicho parquecito" une, al malestar por la simple envidia desatada por el accionar sin prejuicios ni regla alguna de sus hijos, la sensacion de ser un COMPLETO IMBECIL, de estar desubicado respecto al tiempo y el espacio y que la sensacion dubitativa es deliveradamente producto de su propia paranoia mientras internamente se repite una y otra vez "Te juro que me meto" mientras sus ojitos, medio vidriados y algo nostalgicos (por no decir humilladamente llorones) admira la capacidad motriz de los infantes.

Consternado por la clara accion discriminatoria, no solo por el hecho de ser adulto, sino tambien por ser alto (porque YO si soy alto) el enfermo siente que no posee derecho alguno a quedarse, por ejemplo, saltando desenfrenadamente en el gigantesco tobogan inflable, tomando coca cola, comiendo algun panchito mientras todos reimos en un acto de felicidad espontanea e inocente, al mismo tiempo que nos elevamos por los aires en mononas piruetas atleticas para formar figuras y sonreir mientras realizamos nuestros ancestrales triples mortales. Seguramente la edad se encargara, obviamente, de enseñarnos que nuestro peso, nuestra masa muscular, huesosy por sobre todas las cosas, la elasticidad ya no son lo mismo que antes y por ahi terminemos con una vertebra dislocada, un hombro fuera de lugar, una posible fisura o una buena desnucada (como alguien que se que anduvo por ahi dando saltos en una cama elastica y asi le fue) para terminar atendida por el SAME y acostado sobre una tabla con un cuello ortopedico inmovilizador.

No. Uno debe estar del otro lado de la vidriera, atendiendo la fauna de invitados (y de los colados, porque nunca falta este individuo) con la mejor cara, una gran sonrisa de anfitrion griego y atender las diversas exigencias que la relacion social de estos eventos, un cumpleaños, pone en la mesa del juego para esclavizarnos. Ver que no falte nada, que todos tengan su torta, esten bien, que no les hagan calor, tampoco frio y si es necesario hasta abanicarlos.

Mientras en el interior de los juegos inflables, laberintos de varios pisos, camas elasticas y afines, nuestra prole actua de la manera tipica de enanos cocainomanos exalatados, inmersos en un acelerado andar sin destino, afuera el fastidioso infierno de andar con la bandejita de cafe o juguito, o cebando el mate, charlando de interminables cosas aburridas como la economia, la crisis, el fantasma de la depresion y el crecimiento en las ventas de magnums aquiridas para el suicidio, no deja de ser un espectro cegador y maligno que simplemente nos recuerda la condicion de hombre inferior, debil y sin fe en la vida.

Hagamos entonces una colecta para juntar, que se yo, un par de luquitas y largar con el centro de rehabilitacion del sindrome del pelotero negado y asi acabar con el sufrimiento adulto que durante este siglo a ido en aumento ocasionando, a mas de uno, la frustracion de dar tumbos, deslizarnos, colgarnos y caernos si queremos, desde las coloridas estructuras de estos objetos.

¡¡¡NO A LA DISCRIMINACION DIVERTIDA DE DAR RIENDA SUELTA A LA LOCURA ADULTA EN UN PELOTERO!!!

Yo por lo pronto ya he reservado el Dragon (un inflable con una gran boca que se mueve), el Laberinto, un tacho de 200 lts. de aceite y media docena de chicas envueltas en tanguitas plateadas para mi despedida de soltero. El cartel que dice "Altura Minima 1,75 mts." ya esta encargado.

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