viernes, 5 de octubre de 2012

Descubren al salvavidas de la humanidad: La Media de Ayer


zoquete-antdes002-800x800Cuando el éxito, a veces esquivo (por no decir huidizo…bueno… casi en su totalidad ausente) vence con la valentía de miles de ejércitos romanos las fuerzas oscuras del mal reforzado por un universo lleno de derrotas consecutivas y despiadadas. Cuando la felicidad, esa eterna musa que nos atrapa con sus encantos utópicos dignas de un niño enamorado se torna realidad. Cuando la armonía del guerrero zen alcanza su máximo equilibrio entrando en un nirvana tierno y protector. Cuando el ser humano mas ínfimo siente ser el emperador y rey de su vida, el verdadero conductor de la batalla contra la rutina y la pachorra diaria, el guerrero duro de matar, de corroer mostrando las heridas del tiempo, los días, la humedad, los callos, la caspa, alguna carie y ni hablar del colesterol y los triglicéridos, mientras da esa estocada final para acariciar el triunfo de la vida, aparece esa cosa insignificante, minúscula, imperceptible y totalmente no tenida en cuenta. Ese cosa deforme, a veces maloliente y elástica la cual uno no suele tener en cuenta hasta su precisa existencia debido a la necesidad.

La maldita media.

Otra vez. Si. Esa prenda maldita y escurridiza como la peor cucaracha salida de las profundas y pestilentes heridas de la tierra misma. Ese zoquete malvado tejido por el capricho de los dioses infernales que osa desaparecer en el momento preciso.

Pero si Uds. creen que esto es lo peor se equivocan. Porque no conforme con existir y causarnos la herida mas mortal y dolorosa que es vencer a ese lobo salvaje y hambriento de carne humana que es El Tiempo, no esta sola, sino que viene acompaña de su hermana gemela, la otra media, o sea, el par, de dos, el dúo, Hansel & Grettel de la injusticia, el gordo y el flaco del abuso domestico, el Bonnie & Clyde de la tropelía madrugadora que se interpone de manera aparatosa entre el éxito y nosotros transformándose en un cepo esclavo inmovilizador y torturante.

No existe fuerza creativa y modificadora que purgue el veneno de la derrota viril ante minúsculo detalle. Colocarse medias distintas ha sido uno de los recursos mas deshonrosos a la hora de la afronta de este mal que aqueja a toda la sociedad. Nadie sabe, nadie conoce, que, porque, cuando como, donde, quien o que cosa ha sido la encargada de ¿comerse? misteriosamente a una de las hermanas gemelas para dejar una bolsa de consorcio llena de medias huérfanas de hermana.

Otro artilugio valedero es el robo sigiloso y desapercibido de algún cajón vecino, no se ponele, el de tu hija/hijo, aunque andar con medias con corazoncitos rosas y elefantitos azules no quede muy bien que digamos con un par de mocasines o botas de campo, suelen sacar de apuro a la hora de los bifes.

¡¡Ríndete, maldita y asquerosa media!! ¡El ingenio criollo jamás descansa! ¡Nada impedirá el ejercicio de la voluntad y la perseverancia dobleguen tu perversidad innata y prolíficas para conseguir el éxito! ¡Ni siquiera la muerte, el peor enemigo del humano en píe la tiene fácil y barata! Con pastillazos, reemplazos de órganos, jalea real, jarabe de rábano, alcoholato de brotano macho, té verde, dietas milagrosas y planes de alimentación estamos, si no ganando, por lo menos peleando esta batalla desigual para estirarnos unos añitos mas. ¡Mucho menos una media de porquería va a tirarnos al piso para pisotearnos como a una minúscula hormiga.

No señor, porque el ultimo recurso es regresar a ese cesto, a donde van a parar toda la ropa sucia, medias incluida para su posterior desinfección y he allí el trofeo mas preciado, el clarinete de la victoria y el grito de la libertad hecha media.

La media que ayer nuestra esposa, mujer, amante, novia, socia de cama o como quieran llamarla, ha tenido el atrevimiento de tirar luego de aplicar, a su criterio, que la media esta sucia.

La ley del ultimo recurso, la ventaja, el off-side derrotado para meter ese gol en el ultimo minuto, en el tiempo de descuento y salir a abrazarte vos mismo por ser una mente brillante. La victoria moral, el triunfo digno, esa marca que nos distingue a los humanos de los anélidos que simulan serlo. El orgullo de aquel que no se rinde jamás.

La media de ayer ha sido nuevamente encontrada, colocada y puesta en funcionamiento para brindar ese escudo protector y acolchonado, función creo yo, para la que fue hecha.

Hasta la media, Baby!!!

No hay comentarios.: