lunes, 3 de marzo de 2008

¿Tenes un compas?


Si la vida de solteros propone vibrantes actividades donde el beneficiado puede ser simplemente un individuo por pensar, quizas algo egocentricamente mezquino, en uno mismo, la vida conyugal propone un sin fin de sabores que harian envidiar a cualquier adicto a la gastronomia de autor.
Los codigos, las frases top secret y las palabras toman forma de manera inesperadas demostrando que las mujeres son mas complicadas para ciertas cosas que nosotros los hombres, que resolvemos ciertas situaciones con un si o un no mientras ellas aciertan con su podria ser, un tal vez o alguna frase similar.
La perseverancia es otra cosa.
Gabriela, intima amiga de mi esposa me dice cierto dia con con algo de misterio, sintesis y precaucion lo siguiente:

_ "Decile a Frida que sigo esperando el pom pom"

Pom Pom, palabra casi olvidada, con algo de tela de arañas que tuve que desempolvar para ponerla en la vitrina del frente de mi extenso vocabulario en el cual generalmente por ser hombre se destacan palabras tecnicas como sms, wi-fi, lcd, infrarrojo, caja de cuarta o quinta, HP, CV y similares.
El mensaje fue dado. Admito que cierta curiosidad me invadia. Me sentia tentado, queria preguntar, pero mi discrecion fue mas que la dulce inclinacion por la intriga.
Pasados unos dias pude escuchar entonces a mi mujer, mientras yo preparaba la cena, una pregunta atipica. Atipica porque asi como pom pom no va en mi vocabulario salvo el dia de hoy, la palabra compas en la jerga comun de mi mujer era algo inexplicable y si tenemos en cuenta que las clases no habian comenzado. A esto habria que sumar que mi hija tiene tan solo 7 años y la herramienta geometrica en cuestion carecia de fundamentos en su cartuchera por un par de años mas.
Asi que la pregunta el millon fue esa.

_ ¿Tenes un compas?

Si bien la discrecion es mi aliado, no pude con las poderosas ganas de querer saber.

_ ¿Para que queres un compas?
_Para hacer un pom pom
_ Y dale con el pom pom...

Y aquella pregunta entonces tomo la misma validez de vida o muerte que la vieja y domestica pregunta de ama de casa de "¿y que cocino hoy?". "Necesito un compas"

A Mariano : "¿Vos no tenes un compas?
_No.

Dos horas mas tarde, en casa de una cuñada:

-Bre, ¿No tenes un compas?
_No
_ ¿Vos Lu?
_ Ni se donde anda ..

Y asi como la vida de una circunferencia perfecta depende de la viveza indiscreta de un compas, la pregunta circular dio vueltas y mas vueltas por una semana entera.
Mientras esto sucedia, el nacimiento del bendito pom pom se postergaba, no daria a luz hasta que aparezca un compas y yo no sabria, a ciencia cierta, cual es el verdadero fin de dicho elemento mas alla de simbolizarme un gran caldo de cultivo para las alergias y la comezon.
Asi habiamos llegado hasta el dia viernes 29 por la tarde, mientras molia el choclo para las humitas del fin de semana, que salio a la luz nuevamente aquella misteriosa pregunta de ¿Tenes un compas?
_ ¿Seguis con el compas?

(Risas)

_ Si.
_¿Pero para que queres ese bendito compas?
_ Para hacer un pom pom.
_ ¿Ya se pero para que c####o queres un compas?¿que es lo que vas a hacer?
_ Necesito hacer un circulo.
_ No si vas a hacer un cuadrado...
(Risas)
Me muestra un par de anillos de carton y como es la tecnica para armar un pom pom de lana amarilla.
¡Dios! La simplicidad con la que arrancaste una costilla de tu primera creacion para darle vida a la mujer no se refleja ni medianamente en sus actitudes transformandola en una enorme caja de misterios cubierta de piel, huesos y largos cabellos.
No pude mas. La situacion dijo basta. Tome dos lapiceras y las ate con un trozo de lana del diametro necesario y sosteniendo una con firmeza en el centro le dibuje sus benditas circunferencias para luego recortarlas y crear esas simpaticas esferas peludas con lanas de diversos colores ante las risas de mis cuñadas.

_Ahora ¿me queres decir para que queres el bendito pom pom?
_ Es para Gabi. Ana (su hija) tiene que llevar un pom pom a la salita de 5.


Esto demuestra la verdadera amistad entre dos mujeres, la la perseverancia y el empeño por conseguir lo deseado y lo complejo de su razonamiento.
No se pierdan nunca, mujeres.


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