_ Conectar las luces del arbol de navidad "yapando" los cables con los de los bafles del viejo tocadisco Ken Brown, se lograban inquietantes y ritmicos juegos de luces casero cuando los Long Plays sonaban. Toda una ciencia de poder. El armado para los asaltos en casa no era mas que la magnifica preparatoria para una diversion de fin de semana. Eso si. No recuerdo bien quien fue, pero aquella idea de pintar un foco de 150w con pintura violeta pensando que asi iba a obtener una buena "Luz Negra" no hizo mas que frenar la adrenalina cuando el foco empezo a humear y al rato salto por los aires igual que los viejos tapones de la casona de mi vieja.
_ Revolear los discos que mi hermana y la enferma de mi prima tenian de Luis Miguel en sus inicios hacia la vieja usina electrica era un pasatiempos con calidad de alto riesgo. La cosa era simple. La monopolizacion de las mujeres en estados hormonales precarios conllevaba a dicha actitud de mi parte. Ademas la aguda voz del casi pro-puber cantante no hacia mas que destrozar vidrios, copas y timpanos. No me lo banque mas y fue cuando en aquel acto de arrojo y valentia, saque de los estantes, un par de LP de Luigi y los tire cual disco playero con rumbo incierto perdiendose a la distancia. La reprimenda vino despues, pero el sabor de la victoria seguia en pie. Una especie de imagen del Che, pero estampada en los confines de mi conciencia feliz.
_ Los LP de Fausto Papetti que mi tia y mi tio tenian me calentaban, y coincidiamos con varios amigotes, en nuestro albores juveniles de hormonas revueltas, que sus tapas eran sensualmente calientes y le dedicabamos nuestra mas acalorada admiracion a sus portadas en aquellas tardes de sol del 83.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario