Inmediatamente terminando el 2010, en San Salvador de Jujuy marginamos, expulsamos, desterramos esa idea importada de África de andar corriendo carreritas por lugares inhóspitos en camión, autos y motos y damos de baja el interés marketinero y aburrido que es el Dakar 2011 para abrirle la puerta a un deporte en serio, extremo, extremo como atrapar un chancho en un chiquero.
Se trata del “Pedestrian Aquaplaning” . Un deporte extremo que solo puede ser ejecutado por personas no poseedoras de autos ni medio de transporte, o sea como yo, y que cada mañana debe salir en un horario rutinario al trabajo a pie descalzo con simple vestimenta de oficina, una mochila, cargado con el valor y el coraje de un caballero medieval (El peatón, no la mochila). Por otro lado, el clima debe ser despreciable, agresivo, como el de hoy, con tormentas eléctricas, rayos, truenos y sobre todo, mucha agua. En cantidad. Mucha denserio. Cosa que inunden las calles para que el deporte sea mas extremo.
El Clima infernal, como siempre manejado por la mano siniestra y anónima de una fuerza omnipresente (o no), debe presentarse en su máxima exponencia entre las 6.00 a.m. y las 9 a.m., o sea justo cuando el mundo tiene que ir a producir para darle de comer a la familia, sino no sirve.
Requisito fundamental (esto deberán tratarlo con el municipio de turno) será el ensanchado de veredas. Sin esto, el Pedestrian Aquaplaning no existe. No sirve o es de muy señoritas, nenitas de mamita y deja de ser extremo.¿Porque?. ¿Me preguntas porque? ¿Te esta dando miedito? ¿Estas mostrando la hilacha y no queres arriesgar tu vida? ¡Porque no te vas a jugar con las Barbies? Aquí el Pedestrian Aquaplaning es deporte de hombres, bien bien hombres. Bueno, también esta permitido para las chicas, bien bien hombres.
Las veredas deben ser ensanchadas para levantar exageradamente el nivel de carga del caudal de agua de lluvia para extremar la circulación cosa que el agua, directamente vaya de pared a pared y las veredas se hagan invisibles a los ojos (a que otra cosa sino).
Digamos, el juego extremo consiste básicamente en correr, hasta la oficina, casa, estudio desde el vehículo o hacia él, sin morir en el intento y lograr el efecto de deslizamiento sin control, como les pasa a los autos, por ejemplo a una velocidad crucero al cruzar un charco. O sea, hay que tener estado físico. Si sos de darle al puré de mollejas y al lechón navideño con pan dulce, turrones de maní y mantecol, estas en el horno.
A mayor salpicacion de agua, mayor puntaje extremo. Como obstáculos se deben sortear, esquivar, evadir autos como taxis o remises preferentemente, de esos que pasan medio rapidito y salpican agua hasta la mollera haciendo la circulación del peatón mas complicada. Punto de daño 8.
También deben haber pequeñas cataratitas de balcones, tejados, techos comerciales, toldos y otras superficies por arriba de nuestro cráneo cuyo poder de mojacion es mas concentrado y sorpresivo. Punto de daño 5.
Por ultimo, baldosas sueltas, charcos, barro, basura y otros obstáculos de menor incidencia no pueden faltar. Punto de daño 3.
Gana el que llega seco. Seco en serio, sin un rastro de agua.
Las practicas las lanzamos en Independencia y Otero. Llevar zapatillas “Flecha” lisas o náuticos en desuso.
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