lunes, 19 de enero de 2009

"La batalla de los pinceles rosas " 3° y ultimo capitulo


Y asi arranca el 2009. Con el cierre de una gran obra cumbre de la idolatria masculina con el ultimo capitulo de la novela que provoco el suicidio en masa de los que se creian hombres pero que siempre tuvieron que recurrir a su "mami" para que les aten las trenzas desde chiquitos (por eso yo siempre use abrojos), para que les den papilla o Nestum, esa comidita para principiantes y para que les alcancen el sonajero que se cayo al piso, generalmente requerido con un maldito llantito conspirador y chantajista.

La conmovedora historia que arranco hasta la ultima lagrima del mundo femenino llevandolas casi hasta la deshidratacion total o parcial. Un exodo de mujeres hacia la busqueda, sin exito, de seres humanos bien hombres como el personaje de la historia para satisfacer, por ejemplo, la necesidad de ellas de tener un misero clavito para colgar el espejo donde todas las mañanas se miran, sin necesidad de llamar al "otro", personaje no tan de ficcion que no solamente clava un clavito, sino que tambien, clava "otro clavito" y de ahi en mas, hay clavos por todos lados, muchos espejos y muchos "otros" clavando el "otro" clavito.

Dejando de lado las clases extras de carpinteria y marchando directo al ruedo de esta historia, aqui antes y para los colgados, los del Alzheimer y para aquellos papanatuchis, cuchis, chuchis de mamuchis que todavia siguen intentando entender que significa "otro clavito" mientras balbucean palabras incomprensibles de simios salvajes frente al espejo que "el otro" colgo, aqui el capitulo 1 y aqui el capitulo 2 para refrescar lo poco que les queda de esa leve idoneidad sobre la masculinidad denserio.



3° Capitulo - El Final

Mientras las niñas estornudaban por la alergia (lo que yo llamo la enfermedad chiste de los debiles) o por el taponamiento de sus alveolos pulmonares con el mal llamado "veneno blanco", yo no podia evitar mi lejana adiccion al mismo, arte que habia aprendido cuando estuve en Shangai. Fue asi que hice una pequeña pausa para entregarme ciegamente al aspiraje del magico polvillo que se juntaba en los bordes de los zocalos, las esquinas de las mamparas y otros rincones. Esto lo tomaba a precio premio ya que el trabajo mas duro habia culminado y ahora venia la parte de pintar. Otro trabajo de preescolar, algo humilladamente infernal. La nostalgia nuevamente me invade. ¿Sera acaso ese Ferrero Rocher? ¡Maldicion! ¡¡"X"!! ¡¡urgente, el antidoto!! Y se me acerco con la botella de ginebra Llave lista para administrar via oral. No pude evitar caer en un profundo sopor mientras en mi cabeza se proyectaba un powerpoint con imagenes de la ultima vez que vi a mi maestro de bellas artes en el colegio, desaprobandome la escala de grises y los colores primarios. Nunca mas lo vimos. (Ese fue mi primer trabajito, debo confesar)

Pasado el mal trago de la nostalgia, me rendi ante la cinta de pintor. No pude evitar hacerme la pregunta que todo hombre bien, bien hombre se hace en momentos claves donde nuestras fuerzas herculeas parecieran fugarse en silencio. ¡Dios! ¿Porque a mi?.

Cuando coloque los primeros centimetros de cinta en los bordes, nuevamente algo me perturbaba, los gajes del oficio de antaño de mis servicios prestados a la madre patria volvieron para torturarme, inyectandome en viejos pasajes dentro de bodegones llenos de humedad y moho apenas alumbrados por una lampara que se mecia pendularmente, mientras YO colocaba la cinta en la boca del enemigo para darles su pequeño merecido por la poca colaboracion presta. Quizas deberia hacer lo mismo con los papanatines ausentes aqui.

Pero esto era otra cosa. Fue asi que comence con la humillante tarea digna de un decorador de interiores maricastañuelas con vocecita de pitos y flautas mal afinadas, a colocar la cinta de papel en los rincones, zocalos, marcos de puertas y ventanas, arrodillado al pie de la pared que por momentos parecia burlarse de mi. Moralmente estaba abatido ante perversa tarea de niñas y algunas viejas lesiones lumbares comenzaron a hacerse sentir.

Debo admitir que esta tarea se la habia propuesto a "X" desde un principio, pero pasadas unas horas y al no poderla encontrar, me di cuenta que los problemitas de coordinacion muscular y eso del "aleman" que la tiene mal, solo habia empeorado la situacion. Yacia privada de su libertad, amordazada ya trapada en un rincon por sus propias armas y como Tutankamon antes de entrar al sarcofago, toda envuelta y en silencio. Simplemente percibia un "mmmm..mmmm mmmmmm" detras de la maraña de papel.

Liberada en un 100% minutos despues, suspirando y cubriendome con el manto de la aceptacion y la resignacion, tome el tacho de pintura y lo destape para continuar con mi mision.

No se que habia pasado, pero algo no andaba bien, Huitzilopochtli; Montu; Odin y los dioses guerreros de Asgard me estaban poniendo a prueba. O acaso era una conspiracion de la "Sociedad Secreta de Consumidores de Mendicrim" que me queria tomar para el churrete. De pronto lo que en un principio habia sido color durazno (y ojo, no tengo nada en contra del durazno. Me parece una fruta simpatica, noble, amable que no grita cuando la comen, la muerden o la mastican aceptando su condicion como tal, siendo una fruta bien, bien macha) ahora era un... ¡¡ROSA!!...¡¡Santos pelafustanes miserables!! ¿Pero quien?? ¡Maldicion!! ¿que mariquita oculto detras de un mameluco mezclo esta pintura? Seguramente debia ser algun familiar de mi antiguo profesor de bellas artes. No pude evitar acariciar mi magnum, pero me contuve de disparar. No seria bien visto por estas niñas inocentes amantes de los productos de avon.

Una severa gastritis, ocasionada por la furia insondable que sentia mezclada con los efectos poco livianos del almuerzo que "X" habia preparado, me chamuscaba el nacimiento de la garganta cauterizando algunas ampollas, resabios antiguos de una vieja angina. Solo debia conocer su direccion y nos veriamos cara a cara para arreglar cuentas a castañazos.

Varias ginebras despues, para enfriar el calor interno que la bronca macha me habia producido al tiempo que sacrificaba una cabra negra como ritual para acabar con las maldiciones, procedi como etapa final a las tareas de pintura.

Debo admitir que la palabra "pinturitas" no me es esquiva. La convivencia con un par de hermanas adoradoras de un Luis Miguel puber, Menudo y los Parchis no habian sido una muy buena influencia para mi en mis comienzos y las medias de nylon me atraparon cuando me presente para la reina de la murga de la cual sali primera princesa. Me quitaron puntos por los frondosos bigotes que no eran bien visto por un jurado de dudosa procedencia.

Despues fui rehabilitado y actualmente estos datos se encuentran bien guardado en una caja de seguridad neuronal en la seccion de los recuerdos no deseados por un infante de marina y protegido por unos minusculos chips que producen descargas electricas cuando estos quieren escapar.

Ya humedecido el rodillo, mientras escucho Carmina Burana a todo volumen, comienzo con mis latigazos hacia ella para manchar la furia creativa de mi rodillo salvaje y sediento de venganza, crueldad, satisfaccion garantizada copn espontaneos vertices asesinos, reflejo de mi duro caracter hasta que "X" me interrumpe y me dice:

_"¡Disculpe, Señor!. ¡Permiso para hablar, señor!
_ ¡Permiso concedido, soldado!
_ ¡Esa no es la pared, señor!

A lo que solo se escucho como unica respuesta un gruñido gutural hacia adentro, similar al de Chewbacca, el wookiee.

Reubicado donde corresponde y humedecido el rodillo, mientras escucho Carmina Burana (otra vez) a todo volumen, comienzo con mis latigazos hacia la pared para manchar la furia creativa de mi rodillo salvaje y sediento de venganza, crueldad, satisfaccion garantizada con espontaneos vertices asesinos, reflejo de mi duro caracter hasta que "X" me interrumpe y me dice:

_"¡Disculpe, Señor!. ¡Permiso para hablar, señor!
_ ¡Permiso concedido, soldado!
_ ¡Esa si es la pared, señor!

Otro gruñido a lo Chewbacca, el wookiee deja en claro quien manda aqui y por las interrupciones "X" va a pelar los trescientos kilos de papas que hay en el fondo para la cena. ¿Menu? Papas con queso al vino blanco, acompañado con coliflor y ensaladas de porotos. De postre bombones de chocolate blanco rellenos de aguardiente bañados con mani, almendras, nueces y avellanas.

Entregado al arte de la pintura latex para interiores y con la impericia que me destaca y que no oculto, el hartazgo de subir y bajar, subir bajar, cargar, subir bajar, subir, bajar, volver a cargar, me estaba debilitando lentamente al mismo tiempo que millones de casi invisibles particulas de aquel liquido pastoso de color indeseable tipico de puestos de salud, saltaban hacia mi como pequeños dardos envenenados penetrando mi curtida piel guerrera pero pude soportarlo. Habia sido entrenado para enfretar la "lluvia acida" en un futuro no muy lejano y sobrevivirla sanando mis propias ampollas.

Pero la ironia parecia burlarse vestida con traje de bufon medieval con la aparicion repentina de un cuñado que al entrar y ver el tipico desorden que el combate provoca, con un movimiento audaz y felino, dio un atletico giro de 180° y huyo en retirada como un maricarmencita amante de las iglesia de la santisima afliccion, mientras decia "¡En que lindo baile te metiste!"

Un par de golpes ejemplificadores de puños cerrados directo al higado al traidor despues, la tarea comenzaba a concluir ante los diversos chilliditos agudos de felicididad momentanea que las mujeres, dueñas de esta tierra sin hombres denserio, lanzaban hacia mi como simbolo de gratitud infinita ante lo que estaba casi por finalizar. Solo faltaba una segunda mano, pero esta ya era tarea de niñas por lo cual, pinceles en manos de mis cuñadas, repasaron lentamente todas las instalaciones, lavandole asi la cara, a este domicilio reconstruido a pura fibra muscular de quien suscribe el presente relato.

Asi fue terminando la jornada. Salvo por el momento de tension que me produjo "X" al mancharme la pared cuando pasaba tratando de devolver a un sillon a su viejo lugar y que fue remediado con un par de escobazos en el espinazo mientras huia pidiendo perdon por tal ofensa. Esto le valio un merecido castigo en "el hoyo" sin alimentos y tan solo con un minusculo vasito de agua.

Pero el mundo de la batalla tiene esto, de mentiras y verdades, de errores y certezas, en la tierra donde brillan por su ausencia, los hombres denserio, que escondidos bajo el manto del temor y la holgazaneria, siguen tomando juguitos light. Donde uno debe dar un paso al frente y aceptar la mision, llevarla a cabo y cumplirla sin titubear. Cueste lo que cueste. Contra sol y marea. Contra prejuicios y niñerias inocentes.

Las menciones y los honores vendran despues. La gran mano del Creador estampara en los muros de la historia biblica, la existencia de un heroe desconocido por el mundo, pero reconocido por la eternidad, simbolizado con una gran estrella sin nombre que revela la magnanima hazaña.

La de hacer feliz a una suegra.

(FIN)

(N/R: Por contratos de servicios de pintura reservar pedidos al:
0-800-VENIQUETEPINTOLACARADEUNSOPAPO
Suegras de otros abstenerse)

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