lunes, 15 de diciembre de 2008

"La batalla de los pinceles rosas " (1° Capitulo)


Estimados psicopatas, grasitas, pichones (niñas me parecio poco apropiado), luego de una semana agitada en un mundo caliente donde el sol, los rayos uv y el cemento arden como el infierno, en esta tierra del tabaco, un cultivo bien, bien macho y hecho por hombres de verdad (lo que se dice bien, bien, hombres) que se codean con peligrosos agroquimicos, luchan en sus "pulentas" 4x4 contra el terreno mas esquivo e indomable y adoran la nicotina; me veo obligado a atender sus malditos grititos de nenitas y contarles algunas cuestiones en lo que a masculinidad se refiere.

Lo que habia comenzado como una pequeña farsa termino de la peor manera. Mi inquebrantable conducta de hombre ante las dubitativas palabras sin sentido de un numero no especificado de mujeres al borde de un ataque de nervios, a las cuales tuve que calmar para evitar un feminicidio en masa; me llevo a terminar sentenciado a trabajo comunitario.

De esto me percate una vez metida la pata y la verdad es que a pesar de mi brillante defensa ( la cual consistia en disparar mi recia mirada a los miembros femeninos que me enjuiciaban confiando en un desliz natural les impediria sentenciarme) me di cuenta de que yo ya estaba condenado antes de entrar. Me dieron tareas de pintura perpetua.

Podria haberme declarado incompetente y quedar como un perdedor patetico que se autorecluyo en el alcantarillado de la ciudad para no ver la luz nunca mas y vivir en el anonimato, entre la humedad, las ratas y las cucarachas (en mi entrenamiento militar alguna vez "estuve ahi" alimentandome de la deliciosa gastronomia que las cañerias provee), pero eso va en contra de mi principios de supervivencia y afronte el desafio con la frente alta y la autoestima elevada de un lord ingles.

Levantado el sabado con los primeros rayos solares (en realidad estaba nublado pero suena poetico) , cantada "Aurora", izada la bandera, realizada las lagartijas, los saltos en rana y la ducha helada en el horario acostumbrado, procedi a buscar a mi compañera de batallas (Todos los heroes tenemos uno, Batman tiene a Robin, Quijote tenia a Sancho, yo a mi cuñada, a quien llamare "X" para mantener su identidad). Montamos el corcel de hierro y salimos al galope en busca de los adminiculos, utensilios y "demases" cosas como pinturas, yeso, lijas, enduido, espatulas, thinner y afines, armas que me servirian para esta dura batalla.

El primer obstaculo que "X" y yo encontramos, no fue precismente un molino de viento, sino mas bien una desafiante paleta de colores de unos 15 cm. de alto con una no menos abrumadora cantidad de diminutos cuadritos multicolores, que el proveedor nos ponia a nuestro alcance con el objeto de someternos a un maldito juego psicologico que podria llevar a cualquier individuo al estado vegetativo, al piquete de ojo o al asesinato mismo en solo poco minutos. El gran desafio de la eleccion del color.

No se quien habra sido el creador de esto, pero seguramente fue algun perverso oriental asiatico maquiavelico, deseoso y sediento del sufrimiento ajeno, para perturbarnos mentalmente y dividirnos (como a "X" y a mi) con jueguitos como esto (o el origami, el sudoku o los palitos chinos) donde pone a pruebas los limites de la paciencia generando rispideces entre el macho y la hembra. Ademas, el color engañoso de la paleta, al igual que los sea-monkeys, no existen de verdad. Es una vil mentira y nos dan una desagradable sorpresa cuando en la pared comienza a secar la pintura.

Resuelta la eleccion del color con un piedra, papel o tijera (mi ferrea conviccion de hombre rudo estaba totalmente en contra de este juego de "mariquitas" y hubiera optado por un duelo simple y sintetico como el duelo de UNA trompada y el que queda de pie elige, pero esto no pudo ser) y algo desenfocados por el excesiva inhalacion de thinner que degustamos, nos retiramos al lugar de combate.

Llegados al domicilio donde los hombres no existen, la masculinidad escasea y donde la unica presencia viril es la de quien suscribe, nos encontramos con el segundo obstaculo. La puerta. Estaba cerrada y "X" en una actitud un poco descuidada y preocupada por cosas mas existenciales que pintar una casa, como los misteriosos saludos masonicos, el hambre en el mundo, el triunfo de Pampita en Bailando por un sueño, eso de la playa nudista o si los zapatos del iraqui eran Bass, Prada o Gucci , se habia olvidado las llaves que abririan el portico (luego aceptaria haberlas tenido alli pero sin saberlo. Eso del alzheimer es jodido). ¡¡Santas puertas cerradas "X"!! ¿Y ahora que haremos? ¿Usamos ganzua? ¿Pateo la puerta? ¿O acaso debo usar mis conocimientos en demolicion, colocar el C4 y derribar la fachada exterior? Seguramente eso atraeria la ley y deberia dar explicaciones. No me convenia. ¡Dime "X"! ¡¡Necesito soluciones!!


(Esta historia continuara ....)

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