¡¡ Tiemblen, oh, señores lectores de este pasquín, gratuito y libre de aftosa !! Bueno, si es que este pasquín tiene algún lector. ¡No he venido a traer divertimento alguno, ni augurios inocente de paz ni comentarios triviales sobre la inflación, ni las trabas para comprar dólares, tampoco de la presidenta y sus gustos sexuales por la clase obrera, temas insulsos e insípidos que otros medios se ocupan de investigar! ¡Traigo la Destrucción, la Plaga y la Oscuridad y ahora van a conocer mi furia! ¡Mi paciencia acaba de explotar como un grano supuroso de adolescente precoz y acabaran aplastados con el Poder de mi Lado Oscuro gracias a mi puño todopoderoso, y moderno!!
Porque ahora con mi nuevo 19” HD los veo a todos, a todas, en todo momento y a toda hora. Además el poder de mi nuevo rígido de 320 gb tengo mas espacio para atormentarlos. Y ni hablar de este teclado USB, que para ser sincero no es muy bueno que digamos, parece una milanga al plato de chato que es, pero bueno, es lo que hay y este momento de bonanza debe ser festejado sin ningún miramiento ni desperdicio.
Así que ahí te van algunas cositas deprimentes para que te amargues mas de lo que estas:
- Despertarse de una siesta imprevista un domingo a la tarde, cuando se hizo de noche (y con un pulóver puesto).
- Con la oreja y la mitad de la cara mojada por la baba de la almohada.
- La mujer que te finge un orgasmo.
- Darte cuenta vos, de que tu mujer finge un orgasmo.
- El sonido salvaje del acto sexual de los vecinos del 11 a las 7:00 a.m. mientras vos te arreglas la corbata y te peinas para ir a laburar.
- Tener los tallarines en el plato y darte cuenta que se te acabo el queso rallado.
- No tener pan para untar el tuco.
- Encima un domingo.
- La vidriera de una casa de ortopedia.
- Un partido de pool de la mitad para adelante, cuando la mediocridad de ambos contendientes nos permite deducir que esto va a terminar inexorablemente en un virtual empate y la bola negra, sola, rebotando sin tino de acá para allá, de una punta a la otra, durante cuarenta interminables minutos, hasta que un golpe de suerte uno mismo la termina embocando en contra con gran alivio para los dos.
- No poder comprar dólares. Ja!
- No poder comprar.
- No poder.
- Los canales de compra.
- O los estatales con “La Historia Argentina”.
- Y los de juegos. De esos con crucigramas y acertijos que tenes que llamar para ganar.
- Los deberes.
- Las reuniones de padres en el colegio.
- Las obras de danzas contemporáneas.
- Los wachiturros.
- Los que escuchan los wachiturros.
- Podría seguir toda la noche, pero, adivinen qué, me voy a tirar un rato, no sé que me pasa. No, nada, en serio, no me pasa nada, pero ya se me va a pasar. Chau.
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