miércoles, 2 de noviembre de 2005

Inmunizacion.


Pasando al vuelo por La Huida me quedo la idea de "un corazon no se endurece porque si".
Tal cual como el veneno propio de cualquier alimaña, actuando a diario en el torrente sanguineo, inmuniza al ser vivo, luego de dolores y molestias, alucinaciones, fiebres y quien sabe que otro sintoma actuando desde un inicio.
Asi de esa misma manera actua el corazon o el alma, haciendo a uno inmune a tal dolor o sufrimiento. Una cuestion de supervivencia.
De las debilidades y sus secretos vienen las fortalezas.
En un post anterior tambien dije que "Yo soy una persona extraña que te muestra primero sus peores aspectos y al que hay que explorar si realmente quieres encontrar algo bueno"
Abrirse paso en la espesura de los montes internos es un trabajo sensible y de mucho cuidado. Explore los sentidos tratando de encontrar aquel misterio perdido con la conciencia de que ese tesoro y su belleza solo serian asi a mi vista, producto de mi contemplacion, de mi admiracion y que nada ni nadie podria hacerme cambiar de idea sobre el gran poder de su valor.
Y fui llegando (al menos eso senti durante mucho tiempo) al interior, al hueco, cruzando mareas y tormentas, vientos y huracanes, quizas me sentia mas afortunado que Indiana Jones en plena aventura de pasion descontrolada evadiendo peligros y sorpresas.
Toda una aventura.
Una aventura en solitario.
La jungla se cierra sobre las columnas derruidas del corazon. Se cierra para cobijar y hacerlo crecer de alguna manera, mas fuerte, inmunizado a estos azotes.
Se hara mas espesa y mullida, para que aquella que quiera explorar, lo haga con mas esfuerzo, con mas paciencia a pesar de los peros y los obstaculos. Sera aquella cuyo espiritu aventurero se atreva a llegar mas alla de lo comun, de lo conocido, guiandose por la atrevida palabra de su propio corazon.
Inmunizacion.

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