miércoles, 1 de marzo de 2006

El telefono


Cerrando el dia sono el telefono.
Sorpresa.
Mensaje.
Hace rato que no oia su voz.
Hace un buen momento que no escuchaba su risa.
Esa risa contagiosa que extrañamente sonaba a diario. Me resulto extrañamente delicioso.
No se en que estaba pensado pero sentir su presencia tira algun recuerdo que estremece.
Es como que luego de algun sismo de emociones, la voz transforma todo en un suave temblor que revive el panico, el temor, el cuidado, la atencion.
Fue raro.
Fue extraño.
Lo unico concreto es su poderoso influjo actuando en mis entrañas en una ensalada de sentimientos que van y que vienen derrumbando las propias estanterias internas, las estructuras fisicas, arrollando la intuicion, chocando con la logica.
El telefono.

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