El sabor de lo autentico esta ahi, a la mano de cualquiera. El saber disfrutarlo implica cierta complicidad con el entorno, cierta picardia con el destino, con el lugar, con la aventura misma. Hay quienes claman por un lugar con las mismas (o mejores) comodidades de su propia casa, hay quienes extreman las sandalias de cueron en caminos de tierra durmiendo en la casa de algun alma amiga del dia.
Hay quien recibe de una mano extraña, un mate amigo. Hay quien limpia la bombilla cada vez que ceba un nuevo amargo.
Son las diferencias que el destino nos juega en cada dia.
Pero el verdadero sabor de la aventura esta en saber distinguir lo autentico. Las copias no van.
Sentir lo autentico es valorar a las cosas por su nombre, tener el espiritu abierto a los aires nuevos, a las experiencias fuera de casa, a las costumbres y por sobre todo a ese tipo de vida en la cual uno puede contemplar que la fe, que el respeto, que los valores que han sido inculcado en cierta gente, no se vende ni se compra, no se alquila ni se la regala y se la lleva en la sangre de la misma manera que Cristo llevo la cruz.
Existe esa gente en medio de inmensas soledades, y aunque las distancias sean eternas, un dia al año, todos los 15 de Agosto, en Casabindo, se da a lugar el Toreo de la Vincha, movilizados por la misma fe devota que lleva a cualquiera a la iglesia en la ciudad.
Una ofrenda. Unas imagenes.
Hay quien recibe de una mano extraña, un mate amigo. Hay quien limpia la bombilla cada vez que ceba un nuevo amargo.
Son las diferencias que el destino nos juega en cada dia.
Pero el verdadero sabor de la aventura esta en saber distinguir lo autentico. Las copias no van.
Sentir lo autentico es valorar a las cosas por su nombre, tener el espiritu abierto a los aires nuevos, a las experiencias fuera de casa, a las costumbres y por sobre todo a ese tipo de vida en la cual uno puede contemplar que la fe, que el respeto, que los valores que han sido inculcado en cierta gente, no se vende ni se compra, no se alquila ni se la regala y se la lleva en la sangre de la misma manera que Cristo llevo la cruz.
Existe esa gente en medio de inmensas soledades, y aunque las distancias sean eternas, un dia al año, todos los 15 de Agosto, en Casabindo, se da a lugar el Toreo de la Vincha, movilizados por la misma fe devota que lleva a cualquiera a la iglesia en la ciudad.
Una ofrenda. Unas imagenes.
Una pequeña subidita hasta el abra que separa las Salinas Grandes de Purmamarca entrando por la cuesta de Lipan
Puerta de una casa en CASABINDO. No hacen falta mas comentario creo.
Antes del evento de la toreada, peregrinacion en honra a la Virgen en Casabindo que sale desde la Iglesia del lugar.
Panorama del frente de la iglesia con el taurino en espera de su oponente. Para que se den una idea. El toro posee en su cabeza una vincha con monedas la cual debe ser sacada por el toreador como ofrenda a la Virgen. A la hora del evento, cualquiera puede anotarse en la lista de toreros. Eso si conformate con el poncho como capa.
Otra vista con el cuadrupedo cornudo en movimiento. Hay adrenalina, no se de donde sale, pero esta ahi regalada por la pachamama.
Momento Rexona. Puede que la foto sea algo dura pero nadie salio herido. Luego de unos dias Juan Carlos Nadie pudo caminar menos dolorido.
"Escondido me has pedido, escondido tei de dar
escondido a media noche, escondido al aclarar.
Sali lucero, sali, sali que te quiero ver.
Aunque las nubes te tapen sali si sabes querer"
(Lo mas gracioso es que los toros tienen nombres y este blancuno se llamaba lucero)
Y... que queres... El mastil no es solo para izar la bandera.
Durante el viaje te paran la marcha y estos pibes, como campanitas que suenan, te recitan las poesias, coplas y misterios que les ha regalado el viento para que cuiden su alma.
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