miércoles, 13 de enero de 2010

¡¡¡ Indocumentado clama por piedad en la frontera cordillerana !!!


Requisito.

Dícese de la condición necesaria para algo.

Quien conviva con una mujer obsesiva de la limpieza, la pulcritud y la brillantez domestica, habrá quedado expuesto, no una sino varias veces, a las diversas técnicas de  lavado de prendas con algo “importante” en sus bolsillo, como la garantía del dvd que se rompió, el seguro de vida del perro que fue recientemente atropellado, el billete ganador del quini seis por veintisiete millones de pesos, o como en mi caso, la destrucción en un 83% del documento nacional de identidad siendo lo único salvable y visible la foto de los 16 años.

Esto, en mi caso, no debería ser un motivo de alarma, pues ¿quien no reconociera a simple vista a una figura publica como yo, al maestro del aerobismo sexual, al webloguero mas famoso del norte argentino, al creador de las mas increíbles prosas basadas en hechos reales personales y algunos ajenos?  ¿Quien osaría dudar de la identidad del artífice de paginas y paginas de sana diversión, encargado de llevar esa pizca de alegría a una masa agobiada, deprimida y desesperanzada que clama por la presencia del arquitecto el universo y el cosmos? ¿quien? ¡eh? ¿quien?.

Pero mi vida ha sido una fuente inagotable de grandes experiencias educadoras y algo me dice que tampoco se puede confiar demasiado en alguien que llama “Viejito Pascuero” a Papa Noel, “Barros Jarpa” al tostado de jamón y queso y “Barros Luco” al charles.

Esto es ser un visionario.

Entonces ya estoy viendo al representante de la ley fronteriza diciéndome: “Documentos por favor”. Y yo le contestaría invariablemente “Bueno… a que no sabes lo que me paso… tenia mi billetera en el bolsillo del pantalón y… ¡Epa, mira, es Condorito!”. Y cuando el tipo se de vuelta, me las tomo, salgo corriendo por medio del desierto de Atacama, como un indocumentado mexicano abandonado por su coyote, y me entrego a una feroz huida de la patrulla fronteriza chilena para ir a morir en la soledad de las salinas deshidratado, insolado y totalmente perdido en la nada misma.

Entonces, he decidido cumplimentar con el requisito necesario para cruzar la cordillera tramitando la Cedula de la Policía de la Provincia de Jujuy, que me dicen, mis informantes, que es muy buena y te la dan en el día.

¡Cambio y fuera!

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