jueves, 3 de junio de 2010

¡¡¡ Experimentación libre y gratuita de buena y sana dosis de indignación urbana YA !!!


Como por ahora se me acabaron las caminatas por lugares algo extremos y siguiendo las recomendaciones de mi medico y ese temita del colesterol, los triglicéridos y esos niveles que te suben cuando ya los años están acumulándose, me lance una pequeña travesía urbana en la cual no fui agredido ni física ni verbalmente, sino mas bien tipográficamente. Perdón sino me explico correctamente, estoy un poquito agitado y la taquicardia no me lo permite. Como será la cosa que cuando llego a casa, mi esposa me pregunta ¡El, Loco, para!…¿que te pasa?… ¿porque estas así?. - ¿Sabes lo que me pasa?, ¿Realmente queres saber que me pasa?

Vas a comprar un caramelo y hay una bandera o camiseta argentina. Queres un preservativo y viene con una mini camisetita con el numero 10, o lo que es peor, “la mano de Dios”. Vas a pagar la factura de luz o gas hay en el mostrador hay miles de folletitos con banderitas y camisetitas. Y como si fuera poco, la foto de Messi y Verón. Vayas donde vayas, esta ese signo de fanatismo que capaz que se corta en la primera ronda. Miras a la izquierda y hay una vidriera con un maniquí lleno de camisetas de la selección, mangas cortas, largas, la suplente, la titular, grandes, chicas. Miras al frente y hay gorritos, banderitas, cornetitas de todos los tamaños, buzos, camperas. Los Lcd son todos mundialistas y en sus imágenes pasan el único mundial piola que fue el del 86 o los goles de Kempes a Holanda en el 78. ¡Loco!!, ¡¡Kempes!! ¡Dejate de joder!! Ya esta… ganamos. Y no quiero patearles el sueñito mundialista diciéndole que los muchachos del gobierno arreglaron uno que otro partidito, porque ya es tema del pasado. ¡¡Pero Kempes!! ¡¡Holanda!! ¡por favor!! ¡¡38 añoooss!! !!Dejémonos de joder!!! (Nivel de indignación 9.3 en la escala de Jorge Jacobson)

En un afiche callejero veo el Slogan patrio que todavía no me quedo muy clarito y dice: “Para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”. Le falto el complemento. “Mas vale solo que mal acompañado”. Salvo que el otro argentino sea el “Goyo” Pérez Companc o Amalita Fortabat, porque para tener otro de mi misma condición social cuyo sueldo se extingue a los 20 días y encima  me quite el protagonismo, no. Suficiente conmigo mismo. (Nivel de indignación 6.6 en la escala de Jorge Jacobson)

En la esquina de Lamadrid y Belgrano, ensancharon la vereda. La gran obra maestra de la arquitectura moderna de la mano de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy planta un cartelazo que dice “Plan de recuperación de espacios públicos”. Lo que me pregunto es ¿Para que publico? Para el publico del Café Bonafide que ahora coloca sus mesitas en dicha vereda. ¡Que descaro municipal! (Nivel de indignación 8.0 en la escala de Jorge Jacobson)

Pasando cerca del Tribuno lo veo al Chato Ferraro y se me baja la presión, sudo frio, tartamudeo, mis manos tiemblan. Luego me doy cuenta que es el efecto “Noches de duende”, ese programita que te plantan, los jueves a la noche, o sea hoy, haciendo que el capitulo de Botineras pase a las, no se, tipo, 23:45, cuando estas molido, queres ir a descansar porque te tenes que levantar temprano. (Nivel de indignación 9.75 en la escala de Jorge Jacobson)

En Otero casi esquina 19 de Abril había un linyera y cuatro perros que describo de menor a mayor, un negrito mediano 4,5 kg, un marrón echado con pinta de fiaca, algunos tarascones en el rostro, de unos 7 kg, otro monocromático grisáceo de unos 7.5 a 8 kg, algo peludo y desconfiado y el ultimo, un peso pesado amarillo, de oreja puntiagudas y dientes brillosos. El Linyera al pasar, me levanta la mano y balbucea algo. Lo miro y cuando suspiro, el can negro, el pequeño mamífero cuadrúpedo salido del infierno se lanza a la botamanga de mi pantalón en una especie de crisis nerviosa mientras me ladra enfurecidamente. Lo pateo. Entonces se para amarillo y se suma al patoteo canino, mientras los otros dos y el linyera observan el espectáculo. Lo siguiente lo resumo en una especie de “Retroceder Siempre, Rendirse Quizás”, o sea, caminar marcha atrás, pateando al aire o al hocico del perro evitando perder algún miembro inferior entre las fauces de los salvajes animales. (Nivel de indignación 9.1231 en la escala de Jorge Jacobson)

Ir a trabajar a Perico (Nivel de Indignación 10 en la escala de Jorge Jacobson)

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