De vez en cuando uno debe abandonar la postura iconoclasta para pasar a agradecer a la Providencia por la secuencias de pequeñas alegrías mundanas que nos brinda:
1) Ayer fui al súper. Me doy con la grata sorpresa de que justo ayer, justito domingo, Carrefour ofrecía un 15% de descuento en todas sus compras, pago efectivo, tarjeta crédito o debito. El tipo feliz. 70%
2) Ayer fui al súper. Me doy con la grata sorpresa de que justo ayer, justito domingo, Carrefour ofrecía un 15% de descuento en todas sus compras, pago efectivo, tarjeta crédito o debito. El tipo feliz. Hasta que llego la hora de pagar. Luego de desembarcar y pasar por el lector, los tres carros y medio de mercadería para mi bunker familiar, cuando le doy mi poderosa Mastercard Gold Premium de Adamantium y le digo que lo haga en 3 cuotas, me responde que lleva un 9% de recargo. El tipo feliz. Un 6%
3) Ayer fui al súper. Me doy con la grata sorpresa de que justo ayer, justito domingo, Carrefour ofrecía un 15% de descuento en todas sus compras, pago efectivo, tarjeta crédito o debito. El tipo feliz.Hasta que llego la hora de pagar. Luego de desembarcar y pasar por el lector, los tres carros y medio de mercadería para mi bunker familiar, cuando le doy mi poderosa Mastercard Gold Premium de Adamantium y le digo que lo haga en 3 cuotas, me responde que lleva un 9% de recargo. El tipo feliz. Un 6%. Al llegar a casa me doy con que no compramos limón, para la milanesa. Por suerte, al fondo de la heladera, escondido y medio desmantelado, yacía un limón endurecido y casi seco por el crudo invierno permanente de la heladera. El tipo feliz 100%
4) Mate unas 3 cucarachas. El tipo feliz 200%
Miren el Efecto Droste (Yo en lo personal lo llamaba el Efecto Cannabis) Aquí, aquí y este ultimo particularmente vertiginoso aquí.
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