Cuando dos cuerpos ...

"No importa si el cuerpo tiene demasiado de esto o poco de lo otro, ni siquiera si tiene dos de cada cosa. Importa si puede sentir. Reaccinar con el frio o el calor, estremecerse... y gozar."

(Mujeres que corren con los lobos - C. Pinkola Estes)

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Hacia Frio. Llovia esa noche. Ya lo habia dicho. Quizas es un deja vu sentado en estas lineas. Un vicio circular.

Nos llevo unos veinte minutos armar las luces, orientarlas, ver las combinaciones, montar la escena, mientras los chicos se preparaban.

Cargue mi reflex ajustandola para la ocasion, dejando los mandos manuales y evitando cualquier ayuda de la maquina. Que sea solo el ojo y el alma la que determine la medicion y el momento preciso.

Se acercaron ellos dos al medio de la escena. Al principio fue algo frio y distante. Pero no duro mucho. El fantasma de la inhibicion que se paseaba por la sala y cuya cara se parecia a la mia se fue alejando de apoco sin hacer ruido. En silencio. El unico sonido que acompañaba esta sesion eran las de las gotas golpeando las chapas heladas del techo y alguna gotera dejando filtrar los compaces ritmicos del agua amontonandose en un balde.

De a poco, fue como un desvanecimiento. Nos transformamos realmente en unos fantasmas, nos fuimos esfumando en la oscuridad de aquella noche quemados por el calor de los dos cuerpos unidos en una hermosa comunion. Dos almas hermosamente combinadas para desafiar toda la frialdad de la noche, toda la frialdad del ser humano que todavia no comprende su propio cuerpo. Existen tantos requisitos, tantas exigencias para que un cuerpo pueda ser, que se ha dejado de percibir a cada cuerpo en su magia interior.

En un segundo habian dejado atras las fantasias para dejar solo sus cuerpos se relacionen dando forma a ese templo, a ese refugio llamado amor.

Me fui casi inevitable seguir observando, mirando, con mi cualidad voyeurista, dandome placer por presenciar y ser testigo del afecto, del deseo de compartir, del deseo de relacionarse que ellos dos emanaban sobre la tela blanca.

Me percate de lo enamorado que soy de la mujer, de sus lineas, del cuerpo en si y su sensualidad toda, escondida mas alla de las dimensiones, de las apariencias perfectas exigidas. Me senti algo asi como un descubridor de los tesoros escondidos de otros. Esos tesoros que a veces ellos mismos no encuentran o quizas los tienen olvidados.

Escuche las lineas de los brazos enlazados decirse que cuando dos cuerpos se encuentran, la misma carne se transforma en alegria y que al mismo tiempo si se abrazan, se transforma en calida anarquia.

Claro. ¿Como podrian dos cuerpos unidos aburrirse por ceder a la apatia, morir en la desidia; si las almas no lo hacen y cuando se aman todo se transforma en poesia?¿De que manera se podria extinguir la llama del deseo y la pasion si los corazones siguen emanando los fuertes latidos del amor?.

La unica manera de nuestro ocaso seria obviamente nuestra propia muerte interior cedida a los fantasmas que nos rodean.

¡Que momento!
¿No?