Esta lloviendo. Se puso fresco. Agua caida del cielo. La lluvia me despierta esos deseos de sumergirme en un viaje hacia mi interior. Bajar por la colina verde de mi sangre delineada por las arboledas de mis sentires.
Acabo de sacar de mi armario, para acompañar esta instrospeccion, una taza y un platillo, de arcilla cocida y curada. Esta taza es parte de un duo. Un par. Una par que fue colmada por la calidez del agua para recibir a una amiga.
Tome un poco de te negro en hebras. Lapsang Souchong. Un te fuerte, oscuro, de aroma rustico y oriental.
Volque el agua hervida e inmediatamente el color del te negro se apoderdo de los ocres del barro cocido. La mezcla de los aromas del te con la arcilla caliente le dan un toque karmico al sabor de la tarde.
Hoy la taza esta sola. Servida. En mis manos. Afuera sigue garuando. Y aqui sigue Counting Crowes haciendo su "A long December" en vivo.
¿Que mas da? ¿Que mas tengo? ¿Que mas quiero?
El secreto de un buen TE es vivirlo en toda su ritualidad, acompañado o solo.
¡Que placer!
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