Claro, nos pasa. Que siempre queremos llegar a descubrir nuestras facetas naturales mas profundas pero nos distraemos por ese apetito animal, por esa tentacion que nos distrae y nos enriedan perennemente hasta no poder encontrar de nuevo nuestro camino. Vi como un fantasma de mi propio subconciente salio a distraerme de mi verdadero proposito al punto mismo de hacerme tambalear. Intento una y otra vez escapar y seguir camino, pero que dificil se hace. Ese apetito seductor que se transforma en un encantador forajido no hace mas que envolverme en una hipnosis tal como el canto de las sirenas. Se que solo tengo que volver al camino, pero me distraigo, se que me distraigo y aun mas no salgo. Que tarde se hace. No puedo hallar la manera de descubrir su secreto y ademas eso...esa busqueda... me distrae de mi verdadero fin. ¡wow!.
Detalle de mi pequeña guerra personal contra la mediocridad de los mortales que habitan los alrededores. Diatribas urbanas, experiencias gastronomicas, vivencias paternales, audacia marital, superviviencia laboral, excelencia sexual. Un lugar sin censuras ni derechos humanos, ni piquetes o marchas, sin bombas de estruendos o mentiras politicas.
martes, 26 de julio de 2005
De perros distraidos y sabrosas tentaciones.
Intento recorrer mis telarañas internas para encontrar los deliciosos secretos de mi propio yo. Rastreo las huellas que me lleven a mi ser interno, ese que me hace ser. Pero de pronto me veo como ese perro al cual uno silba para que venga pero esta desenterrando un hueso.
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