miércoles, 12 de agosto de 2009

¡¡¡ Agosto certifica y garantiza que el papel higiénico es una suave caricia para nuestro XXXX !!!


PHC  Mientras Boris (mi asesor de seguridad de origen eslavo) termina de colocar el alambre de púas alrededor de mi bunker, estoy sentado filosofando sobre la insana y seca existencia del mes de agosto, que no cesa con su castigo indigesto de odio y locura.

Primero. Nostalgia (del griego clásico νόστος "regreso" y ἄλγος "dolor"). Nos adentremos por unos segundos, ¡o! ¡si queres! unos minutos, en los ricos y fantásticos pasajes de este sustantivo idealizado y a menudo poco realista para intentar volver en un sueño abyecto hacia aquellos viejos tiempos del conocido "Uno a uno".

Sinceremos, ¡oh mortales rezongones como potrancas caprichosas!! y no me salten con ¡¡No aclares que anochece (creo que es así) seamos honestos con nosotros mismos y nuestras escuálidas billeteras, veamos por unos instantes mas allá de las técnicas económicas, los cálculos, las estadísticas y los diversos factores que habría que tener en cuenta para poder solventar seriamente un real "uno a uno", eran buenos momentos.

Y ahí salta, el primer llorón y escucho al escéptico cascarrabias diciendo "¡¡Vos estas loco!!, ¡¡que Menen esto!! ¡¡que sus ministros lo otro!! ¡¡que paso tal y otra malaria después!! ¡¡Se perdieron trabajos, la economía se fue al carajo y bla bla bla bla....!!" comenzando a chillar como a una verdadera niñita a la cual le quitaron su agendita de Kitty para arderla en el ritual de la pachamama de agosto.

Llora nene, llora. Pero honestamente "¡Que copado era en uno a uno!"

Pasemos a recordar que capo era poder comprarse cosas electrónicas, tecnológicas al mismo tiempo que fingíamos ser el "Donald Trump" local con un sueldo básico de una clase media satisfecha.

Entonces, con la misma impaciencia que un pibe añora, que se yo, el día del niño o el día de reyes magos, el adulto, en su mas mísero rincón de su alma golpada sueña, aunque sea por un día, vuelva el uno a uno. Y te puedo asegurar que nadie, absolutamente nadie, esta exento de esta nostalgia. ¡Que bien se vivía.! Seguramente ahora y sin dudar, pasarías a comprarte ese LCD de 42" que hoy te resulta casi inalcanzable. ¿No se podría implementar, aunque sea una vez al mes, un día al azar, el día del "uno a uno"? ¡Solo una vez al mes! ¡Nada mas!

Segundo. Realidad (del latín realitas y éste de res, «cosas»). Como uno no puede vivir de la nostalgia y muchos menos de algo que no existe como el uno a uno, hay que adaptarse a los cotidianos tironeos de la vida. Entonces, me remito a mis conocimientos aprendidos en diversos masters de tacañería compulsiva hasta en los mínimos detalles.

Por ejemplo. A solicitud de mi amada mujer y con el apoyo de mi pequeña hija (que ya se asemejan mas a una pequeña horda salvaje de amazonas a punto de decapitar al único hombre existente en el hogar) procedo a direccionarme hacia el Carrefour mas cercano en busca de algunos elementos. Entre ellos, papel higiénico. Claro, me había quedado entonces, gracias a algunas recriminaciones domesticas, que el papel de color gris, mas parecía cartón impuro digno de una goleta pirata en el antiguo Caribe, que un articulo real de limpieza, por lo que me incline por la búsqueda de la blancura total de celulosa que además, suele llevar estampados en colores las siluetas graciosas y simpáticas de unos perritos (me parecen que son labradores. tienen esa onda.), de textura casi sedosa y para tentar  mas, doble hoja. Un blanco imposible de resistirse. La nieve misma iluminada por el sol, las salinas grandes destellando su pureza inmaculada. Un blanco único e irrepetible al alcance de las manos.

Pero claro, sale como ocho mangos . El pack de seis, ni siquiera de ocho y con menos metros que el otro. El valor de un flor de asado con vino y postre incluido, un domingo de nuestras devaluadas vidas. La duda existe. Seguramente, cualquier persona normal daría hasta la vida, por medio metro de papel, en una situación desesperante, sea este de color gris, marrón o blanco. Pero en situaciones comunes, el papel ocupa el ultimo lugar en el escalafón de papeles importantes. Además, por mas suavidad de seda asiática que posea, por mas que despliegue un hipnotizante aroma a tulipanes holandeses, uds. disculpen mi franqueza, pero solo sirve para limpiarse el ####.

Tercero. Gas. Resulta ser que para quedar libres del terrible manotazo salvaje y despiadado del estado al humano común, debe cumplir con ciertas reglitas que rozan el lado oscuro del feudalismo antiguo o en el peor de los casos, la indigencia. Bueno. Estoy a medio billete de dos pesos de serlo. Pero no creo que sirva de mucho. El final se aproxima. La lenta y dolorosa ya culminara. el ocaso final esta desayunando a la vuelta de la esquina con el todopoderoso, eructan y ya vienen para aquí.

Cuarto: Ayer fui a la peluquería. Para dejar este mundo hermoso y producido. No voy a revelar quien es mi coiffeur. Pero mientras estaba sentado una mujer, dueña de un importante corralón se quejaba del color diciendo: "¡este no es mi color!...¡no no...!! ¡¡no me hallo!! ¡¡no me hallo así...!!". Otro síntoma de que los argentinos estamos perdiendo la cabeza.

Quinto: Se me acaba de terminar la miel de abejas. ¡¡¡¡Quiero salir a matar Carmelitas descalzas !!! ¿donde encuentro una?.

Me retiro entonces, debo descargar dos camionadas de agua mineral al depósito antes que oscurezca.

Fin del reporte.

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