jueves, 26 de noviembre de 2009

¡¡ Y dale con el temita ese del calor, la lluvia y el clima !!!


Lluvia Bueno señores y señoras. Hoy estoy con un humor de perros. Bueno capaz que no. En realidad no se. Un poquito caliente quizás si, pero no de perros. ¿O si? No se. Tampoco creo que tengan la habilidad de un observador detallista compulsivo para darse cuenta si mi humor es de perros o no. Es mas, si alguien capta la diferencia, por favor comuníquese conmigo que arreglamos este temita en la esquina.

Y es porque tengo, necesito, me obligo a rebajarme en un acto de grandeza y en señal de que, en algún lado de mi exitosa y envidiable vida, soy humano. Si, si, como vos, y vos, y ese que esta a tu lado, y a ese otro que se moja en la parada de colectivo también. Voy a infiltrarme en la mas baja monotemática que la masa, poca creativa y de escasas luces, usa para iniciar la charla.

Voy a hablar del clima.

Miren que atrevimiento. Los grandes cráneos corporativos de las empresas tecnológicas invierten miles y miles de millones de dólares en este increíble medio de comunicación y yo me rebajo a hablar de un temita de "ascensor o colectivo".

Y resulta ser que esta monotemática climática, de pronto, como el mismo clima y la gente que lo vive, se ha transformado en un verdadero plomazo. Esta bien, seguramente varias almas, por no decir casi la mayoría de la población, se ha cocinado en sus propios caldos y jugos a baño maría, debido a los 40°C y al sol calcinante, durante los... ¡a ver!... para que calculo... ¿los últimos 60 días? ... ¿mas o menos?...¡bueno! tampoco vamos a andar con precisión.

Siempre me jactado de que gracias a la virgencita de todos los pronósticos benévolos, Jujuy ha sido bendecida con la ausencia de desastres naturales en gran escala como terremotos, volcanes en erupción, maremotos y ahora tsunamis y cosas así. Claro, la envidia me obliga a  morderme la lengua cuando veo a los brasileños alegres y contentos disfrutando de las bondades del clima paradisiaco.

Pero de ahí a escuchar al mundo entero opinar las repetitivas frases como "¡Que calor, por favor!",  "¡Che que bárbaro, 44°C la sensación térmica, vamos a morir como ratas!", "¡Así no se puede estar, no pude dormir en toda la noche!" o “¡Esto es verdaderamente insoportable!" mientras bufan y resoplan como rinocerontes agobiados por el sol de la sabana sudafricana,  transformándose en un verdadero suplicio para quien tiene que escuchar los quejidos amargos constantes. Es como si se tratase del Concurso Nacional del Quejido Libre o el intento de romper un record Guinness de quien dijo mas veces “¡Pufff que calor!” en media hora o algo así. Una verdadera y latosa actitud.

¿Y que pasa ahora? Lluvia. ¿Querían lluvia? Ahí tenés lluvia. Y claro, como era de esperarse, un poco de lluviecita tímida y algo indecisa en conjunto con cielos nublados, brindan la oportunidad para que cada prójimo que cruzo este por ahí golpeándose la cabeza contra el muro de los lamentos climáticos, los males de la bendita humedad y el hartazgo que desata la lluvia, porque "¡¡ Ay!! la ropa no se seca nunca", o "Voy a tener que suspender el partido de tenis", o "¡Que lo pario, acabo de lavar el auto!", "Mira como quedo mi zapato nuevo al pisar esa baldosa floja" y ña ña ña ña ña.

Entonces el pobre infeliz de don Juan José Clima no sabe que hacer y llega con sus bermudita blancas, sus alpargatas bigotudas, su camisola floreada, sus lentes de sol y un sombrero de paja panameño a consultar a su psicóloga porque hace lo posible para satisfacer las necesidades de los cristianos, pero recibe una cataratas de suplicios suspiradores, llantos y uno que otros improperios que lastiman su ego degastado por un problema de identidad, ya que no sabe si tiene que ser Niña o Niño y cual es la bendita formula para calmar al rastrero humano de sus constantes frustraciones.

La única gente que saca provecho de esto, es la que dice "gustar de la lluvia", pero no sale a disfrutarla, a correr, a bailar o a cantar bajo ella, no sale a correr descalza por los cordones cunetas donde se arman verdaderos ríos, sino mas bien se encierra en su casa a tomar una sopa de verduras, con un gato en el regazo mientras escucha algún pesado poeta en una radio A.M.. O capaz a tejer escarpines para el gato, o un chaleco o esas cositas, no se, para la mesa.

Y de pronto todo se transforma en un verdadero circulo vicioso de refunfuñeos y disgustos por cualquier motivo demostrando la ausencia de la satisfacción del humano insignificante, siendo este un estilo de vida agreta.

De esta manera, aquí el problema no son los políticos, ni la basura,  ni la marcha de estatales, ni la inflación, ni la no invención del caracú enlatado x 250 grs. Aquí el problema que aqueja es el clima. Nuestro clima que para mal de muchos, son todos y juntos.

O mejor dicho, el problema son todos uds. así que les recomiendo que procedan a comunicarse urgente con su analista para encontrar urgente una solución del tema. Porque están medio pesaditos ya y peor que el pobre pronostico.

Tengo una amiga que les puede hacer precio por grupo y les arregla la cuestión con algunas pastillitas de dudosa procedencia.

Chau.

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