martes, 10 de mayo de 2005

La sal de las lagrimas.


La sal de las lagrimas, de alguna manera, han condimentado como las especias mas exoticas de oriente, los sucesos y los acontecimientos digerido durante mis atragantadas etapas de mi vida.
Pude sentir como la sal dio aquellos toques de alegria y emocion, con pizcas de adrenalina al hacer cumbre en algun cerro de mas de 4000 m.s.n.m. o aun asi, al no haber llegado al objetivo.
Condimentaron con la placided de una tarde de sol durante estos otoños ocres de suaves fulgores, con esencias vainillas o naranjos caidos.
La sal condimento una cuna de tristeza por la partida de algun ser querido hacia alla o al mas alla.
La sal se adhirio en el punto justo. En todo momento. En esos postres deseados de caricias y manos, de piel y de ternura, de compañias cercanas y porque no las lejanas sombras que se melancolizan en el interior cincelado de un alma añorante.
La sal de las lagrimas se cocinaron entre despedidas y abrazos, entre murmullos y pañuelos, deseando que aquel momento gire, que el barco vuelva, que el tren no marche o que el avion no despegue.
Tambien pude ver como la sal de una lagrima saborizo los labios carnosos lleno de rosa, de alguna mujer absorta de pena sin camino, guiada por la deriva, asustada por la presencia de la soledad, dibujandose fantasmas, agregando espejismos espejados, soñando despierta la multitud que la saque de aquel hueco.
Pude sentir como alguna lagrima salo aquel malestar de deseos de miradas atentas, de cariños andantes, de algun mimo suave que le recorra la piel blanca y eterea, que se haga fiesta en sus carnes humedas y profundas hasta encontrar el grito que la transporte al mas alla. O al mas aca.
O puede quizas que la sal de alguna lagrima se mezclo en esos dias de desanimos marcados por el paso del tiempo, de desaires ventilados por mirarme al espejo y sentir que me lleva a un hueco de mi propia alma que jamas habia descubierto, que nunca habia encontrado y que alli esta, presente, airoso, regenerado listo para florecer, para caminar, para correr, para saltar. Para seguir hacia alli. Hacia "ese lugar", hacias "ese destino", hacia "ese ...".
O simplemente la sal de las lagrimas, en algun momento, salo absolutamente todo el conjunto.
Un lugar, un sol, un lapacho florecido, un amanecer, una brisa fresca, yo de pie, la ruta, el cielo, el alma, el corazon latiendo, naranja de aquel sol en un amanecer ocre, fiel testigo de mis sentimientos, y yo testigo de sus maravillosos poderes magicos que denota aquella esferica presencia. Una "corazonada", una reflexion, una soledad acompañada de varias, un conjunto de aquellas pequeñas cosas que por fuerza omnipresente motiva que sea condimentada con la sal de aquella lagrima.
La sal de la lagrima de sentirme vivo.

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