viernes, 6 de mayo de 2005

Palabras nocturnas en una noche estrellada.


Debe ser que por primera vez desearia escribir ciertas cosas en mi casa en esos momentos de soledad, digamos de estar sentados frente a una helada y ruidosa pc, mientras las ausencias se pasean por los pasillos de la casa.
Sera que al compas de algunos temas de Joaquin Sabina, se acercan los pasos descalzos de esa mujer que de alguna manera me lo hizo conocer con todos los sabores de los misterios y secretos cantados con voces inmersas en ecos extraños.
Puede que entonces ese piano asesino golpee como balas, mi corazon envueltos en acordes que dicen “Querencia” danzando con la dulce voz de Luis Eduardo Aute, maldito brujo hechicero de romances perdidos, dibujante de amores y desamores, de caricias y enredos. Me acerca la infinita mirada de Afrodita en noches de hadas y lunas llenas. Quizas ella traiga alguna estrella perdida a punto de desaparecer a decirme el ultimo adios para luego desaparecer delante de mis ojos.
Puede tambien que la poderosa influencia de la musica como una vara magica hechiza el alma adormecida a estas horas de la noche. Me digo a mi mismo que don es el que me dio Dios, mis viejo o cualquier alienigena turista de las abismales oscuridades de este espacio que me hace desafiar estas marejadas diarias o cotidianas con mis teclas y mis dedos.
Siento de alguna manera que no estoy solo, siento como el alma habla en tonos nocturnos, con palabras dormidas, trayendo a ella, a vos, a todos.
“El agua apaga el fuego y al ardor los años.”
Camino sentado, me siento caminando. Quizas al lugar donde he sido feliz no deberia volver, no se porque.
Un par de cuerpos buscandose, encontrandose, abrazandose, durmiendose. Una ecuación sublime de esta ventana de delirios y espejismos.
Viaja mi mirada como un catalejo a cualquier parte del horizonte mientras la inocencia todavía juega entre mis entrañas buscando los candores, las sorpresas, las alegrias que siempre dieron vida al corazon, sobre todo si vivir es solo eso, vivir sintiendo, sintiedo puro y absoluto sin contaminaciones de osadas reflexiones.
Sueño los sueños que me llevan al desierto a construir columnas solo para soñar que los sueños, sueños son.

Un viajero de estos mares llenos de sirenas que encantan con sus cantos y encantos.
Un mar.
Un horizonte.
Una Luna.
Un Sol.
Y ningun lugar.

(Buen fin de semana)

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