En una isla privada de la polinesia. Un día cualquiera, una hora cualquiera.
Apichuya, el propietario de este espacio publico, de pantalón blanco de lino, con camisa floreada, anteojos oscuros y sonrisa de Jack Nicholson en sus labios, descansa sobre una reposera admirando el color turquesa de las aguas y las blancas arenas que juntas, dan envidia al que esta justamente leyendo ahora.
Las palmeras se mecen gracias a una brisa marina de aromas salados mientras las olas rompen en la orilla invitando a surfear sus cálidas aguas.
Luego de tirar las cenizas de un buen habano sobre la madera recién lustrada por el mayordomo, se para a disfrutar como desayuno un Martini doble mientras un par de mujeres maoríes se acercan con una bandeja con frutos del mar.
La vida sacrificada después del éxito con este espacio ha dado sus frutos y los comparte con su fiel asistente Rudy McQuispe, un boliviano indocumentado que antaño traficaba hojas de coca actualmente rehabilitado gracias a la omnipotente bondad del autor.
(Suena la música de "El auto Fantástico". Se produce un fundido con el tema de fondo y se lee esto, luego se vuelve al presente.)
APICHUYA: ¡Que hermoso recuerdo aquel día de mis inicios, Rudy!¡Debo reconocer lo primitivo, en aquel entonces, de mis artes literarias! ¡Gracias a vos y a Barbara que me dijo que cuando menos lo espere, lo iba a hacer realidad.!
RUDY: (Sorprendido) ! Señor, cuidado...!
(Suena un ¡Chan! y al mismo tiempo entra una pelota de rugby neozelandesa en escena arrojada por descuidados turistas franceses y golpea duramente a Apichuya en la cabeza quien cae casi inconsciente en el piso largando la copa de Martini. En un segundo es asistido por Rudy).
RUDY: ¡Señor! ¡Señor! ¿Me escucha?
APICHUYA: ¡Quien estoy...!¡Don... de....soy.! Digo.... ¿Que es esto?¿Que hago aquí?
RUDY: ¡Tranquilo! mi estimado, no se levante, debe ser algún tipo de amnesia o aturdimiento por el golpe recibido. ¡Relájase! Trate de hacer memoria. ¿Se acuerda cuando escribio aquel post sobre la cosas que mas le molestaban y termino molestando a los demás?
(Otro fundido con tema de fondo y se lee esto. Luego se vuelve al presente)
APICHUYA: ¡Tranquilo! Si. Si, Rudy. Vagamente. Pero lo estoy recordando. ¡Ya recuerdo todo!
RUDY: Bien, ahí vamos. Tome este vaso de agua para que no se le seque la garganta mientras intentas recordar cuando fuiste maltratado en cierta comunidad de argentinos por haber salido de ella.
(Otro fundido con tema de fondo y se lee esto. Luego se vuelve al presente)
APICHUYA: ¡Cierto! casi lo había olvidado en algún rincón de mis perdones. Claro. Soy demasiado rencoroso como para dejarlo pasar. Pero... Rudy... algo me ... sucede... Algo en mi organismo no esta funcionando bien, se me durmió la uña del dedo gordo del pie, no puedo mover la oreja derecha, y mi dengua dambien eda dedando de dundionar...¿de me dasa?
RUDY: (Mira a la cámara y hace un guiño mientras ríe irónicamente) ¡Ajajajaja! Ahora si he hecho realidad mi sueño de exterminarlo. Le acabo de suministrar una pequeña dosis de veneno de una mortal víbora de coral. Siempre quise hacerlo. Nunca fui correspondido como debía serlo. ¡Digame! ¿Quien era el que lo soportaba cuando se fumaba esos porros y empezaba a escribir en medio de torturantes delirios de elefantes rosas, duendes virtuales y todo un mundo fantástico de paranoicas figuras de las eras medievales o astros estelares o cualquier otra obsesión terrenal? ¡Quien tuvo que aguantar estas textuales ideas esquizofrénicas suyas!¡Las burlas del comentariazgo! ¿eh?
(Nuevamente el fundido y se lee esto, esto, esto y esto. Luego regresan a la acción actual)
APICHUYA: !Dedo! diemde quide hader lo mejod podible...¿podque vod?
(Aparece LA MUERTE con su clásico black print y accesorios. Léase guadaña)
LA MUERTE: ¡Por fin, Rudy! ¡Lo hiciste. Las quejas de las brujas cada vez que las retiraba de las hogueras de la inquisición, sobre aquel post que las injuriaba como los mismos sacerdotes, me estaban volviendo loco. Las estaba por devolver a la época medieval. Mi recompensa no tardara en llegar.
( Fundido y se lee esto. Volvemos a estudios.)
LA MUERTE: Muy tierno lo tuyo flaco. Demasiado lindo y poético hablar así de mi. En un momento de debilidad casi derramo alguna lagrima de la emoción de saberme así pero no fue nada mas que eso. Un dejo de flaqueza. Prefiero que la imagen que tengan de mi sea mas virulenta, mas espantosa ¡¡¡Quiero que me tengan miedo!!!
(Nuevo fundido y se lee esto. Retornamos nuevamente al presente)
APICHUYA: ¡Dedo...!!! dien. si dengo que modid que adi dea. No me aduanto mas estas falsedades y confabuladiones entre dos dimensiones padalelas.
(Mientras La Muerte se acerca con cara amenazadora y al mismo tiempo prepara la guadaña para asestar el golpe final se escucha una voz que suena a la legua. A los lejos. Cada vez se acerca. Mas y mas y se hace mas entendible mientras la imagen de la señora de negro se va desvaneciendo.)
RUDY: ¡Patrón!... ¡Patrón! Despiértese... Señor...¿Esta bien?
APICHUYA: ¿Eh? ¿que paso? Pero como... ¿que es esto?. ¿Acaso se trataba de un sueño? ¿Donde estoy?
RUDY: En su escritorio, señor. Se quedo dormido.
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(Epilogo: Apichuya y Rudy están disfrutando unos buenos mates cebados en la plaza de la ciudad)
APICHUYA: ¿Sabes Rudy? Estaba recordando aquella vez en la cual escribí sobre un sueño en la cual vos querías deshacerte de mi por aguantar mis perplejidades artisticas.
RUDY: (Intenta detenerlo) ¡No, señor, no! ¡Por favor, no lo haga! ¡Noooooooooooooooooooooo……!
(Fundido y se lee esto. Se produce un circulo vicioso espacio-temporal y una paradoja entrópica, también conocida como "Efecto Lavarropas de paleta". El universo se traga a si mismo causando un caos espacial atemporal que ni siquiera se le había ocurrido predecir a Asimov. Como imagen final se ve un agujero negro y se escucha una voz.)
DIOS: ¡Quien apago la luz! ¡Siete días destruidos en un solo minuto!
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