lunes, 1 de agosto de 2005

Sueños y senderos de una bella durmiente


La tarde del domingo tuvo su brochecito de oro. Un brochecito de 7 meses, gordita de pelitos oscuros y perfume de bebe. Ese perfume que los identifica y que al mismo tiempo que lo enviaste en un suspiro relajante a tus pulmones te sedo, te tranquilizo y te arrastro a ese mundo de fantasias de colores y sonidos. Un par de chuletitas amarillas le agarraban los negros cabellos en forma de antenitas. Un patio con sabanas de media sombra para ocultarnos de las tardes calurosas.
Estaba reclinado en la silla con Delfina en mi panza mientras mis pies descansaban en una banqueta. Delfina persegui un sueñito de colores que envolvian una mariposa, de esas que son regalos. Claro que al mismo tiempo Jorge Drexler tocaba un tema que adorno musicalmente ese momentito con "Salva Pantalla". Era como haber iniciado un lejano viaje a mi interior encontrando a ese adulto que a la vez sueña con la niña en una burbuja de enredaderas viejas, azaleas florecidas y santas ritas burlonas. Jugo. Volo. Soño. Se agarro los piecitos. Balbuceo algo, no se que, al cielo mirando el celeste y persiguiendo las telas de colores mecidas por la brisa. Sonrio. Navego entre las voces cercanas y ajenas, salto con sus manos atrapando el amarillo del ala de aquella mariposa. Se miraron juntas y ambas sonrieron en complicidad, ajenas a la realidad, ajenas a las responsabilidades. Senti como me fui tambien con ella. Se habia transformado en una guia de felicidades espontaneas, de alegrias inocentes, de caminos de ternura, de sabores de ternura.Y volo alto en los senderos de los sueños hasta que cayo rendida en nubes somnolientas y espumas imaginarias. Se durmio.
Y colorin colorado este cuento (verdadero) se ha acabado.

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